
Hoy no debo estar en forma. Leo los datos que muestra el último estudio de Reuters anunciando una tasa de desempleo del 18% para el segundo trimestre de este año y no se me ocurre cómo el previsible Gobierno de Rodríguez Zapatero maquillará los datos para restar importancia a lo que, según palabras electorales del propio Zapatero, sus ministros y su entonces secretario de partido, Pepe Blanco, no iba a suceder de ninguna manera, excepto en las mentes calenturientas de los que osamos discrepar del pensamiento único progresista.
Quizás, para los que entendemos lo justo de economía, el dato que mejor nos revela la catastrófica situación en España sea la más que posible perdida de 320.000 empleos entre los meses de junio y septiembre, periodo este de tiempo en el que el empleo, empujado por la hostelería y los servicios orientados hacia el turismo, solía ser de un crecimiento suficiente como para estabilizar el promedio anual. Sin embargo, la caída en picado del número de turistas extranjeros en toda España frenó las previsiones del Gobierno para este sector. Hasta junio, un 11.4% menos de turistas han visitado nuestro país. Esto significa mucho dinero menos a ganar por los empresarios y muchos trabajadores que este año no han sido contratados en Hoteles y otras zonas de recreo donde, tradicionalmente, decenas de miles de familias ganaban buenos ingresos para afrontar el resto del año con más tranquilidad.
El informe de Reuters también avisa sobre la estricta temporalidad y la escasa productividad de la inmensa mayoría los puestos de trabajo generados por el Plan E (según cierto alcalde, Plan Zapatero), sin embargo los sindicatos permanecen inactivos, conscientes de la situación real, pero decididos a ser como la torre que enroca al rey para protegerlo a toda costa.
Los expertos, no los del gabinete ZP sino los otros, los que suelen acertar en sus previsiones, auguran un año 2009 muy oscuro y un 2010 en que se verá la luz al final del túnel en los últimos meses del año. Mientras tanto, el supuesto diálogo social parece una charla de bobos. Gobierno y sindicatos siguen negándose a ver la realidad. Los empresarios se enfrentan a la recesión con absoluta desconfianza en las administraciones. Bajan las afiliaciones a
¿Si las peores previsiones de Reuters se cumplen y España llega a alcanzar el 22% de desempleo, seguirán sin inmutarse los sindicatos? ¿Y la ciudadanía?