
Hace un par de días me explicaba un amigo experto en energía solar, asesor de una consultoría que presenta proyectos por todo el mundo, que para mantener eficazmente el consumo eléctrico total de un edificio de diez alturas y dos sótanos para garajes, con seis viviendas por planta, sería necesaria una superficie de placas solares 20 veces superior al resultado total de la suma de los metros cuadrados de cada planta y sótano y 18 veces dicha suma total en superficie disponible para acumuladores que aseguraran el consumo nocturno. Dichos cálculos están basados en la cantidad media de horas de luz que se dan en España.
Hablo de un edificio de viviendas. Imaginen lo que podría hacer falta para mantener 24 horas de consumo de un edificio de dimensiones respetables como el Hospital Miguel Server, en Zaragoza. O un bloque de oficinas o Banca como los que hay en Castellana, Madrid.
Ahora hagan el siguiente experimento. Busquen su ciudad en Google Earth, localicen cualquier edificio del tipo que he citado en el primer párrafo, calculen aproximadamente la medida total de sus diez plantas mas dos sótanos y multiplíquenlo por 20 en una superficie alrededor y luego añadan 18 más para los acumuladores. Es inviable paliar las necesidades energéticas de una ciudad con energía solar, ya sea para uso fotovoltaico o térmico.
En cuanto a los aerogeneradores, mejor no cito estadísticas para no aburrir más a nadie. Sin embargo una central nuclear grande abastece a varias ciudades del tamaño de Zaragoza, cumple sobradamente con el protocolo de Kyoto y facilita energía mucho más barata que la obtenida por cualquier otro medio. ¿Cuál es el motivo, entonces, para que el presidente Zapatero se muestre absolutamente obcecado en persistir con su política antinuclear?
Hay quien sostiene que ZP ha terminado por creer las consignas izquierdistas que recorrieron el mundo durante décadas, con las que se pretendía atemorizar a la gente a causa de terribles males, deformidades y contaminaciones ambientales. No hace mucho escuché en un programa de radio una interesante teoría en la que el autor aventuraba la posibilidad de que Zapatero trabajase para intereses de lobbies que obtienen sus ganancias de las energías fósiles. Todo puede ser; pero yo quiero plantear aquí un argumento que ha escapado a muchos de nosotros, acostumbrados a verlo todo desde nuestra óptica de primer mundo, desarrollado y cómodo.
El amigo experto que me facilitó el ejemplo de la energía solar que cito al principio, me comentó seguidamente el convencimiento que muestran algunos líderes políticos africanos y asiáticos en cuanto a la jugada maestra de la izquierda contra la energía nuclear.
La mayoría de los grupos antinucleares más beligerantes que operaban por el mundo occidental estaban subvencionados por
Parece que la táctica siga en pie. Zapatero y su gabinete condenan a España a seguir en la pobreza energética y en la subsiguiente dependencia del exterior. El cierre de
Lo peor de todo es que las consecuencias, como las facturas, las pagaremos todos. Incluso los que sigan votando a este desastre de presidente.