Que Zapatero menosprecie a quienes defendemos los derechos del no nacido es algo tan normal, que lo contrario sería un suceso digno de un largo documental monográfico sobre sucesos paranormales. Poco más, bien poco, se puede esperar de este socialismo disfrazado de socialdemocracia a la hora de defender derechos fundamentales del individuo, a no ser que la percepción de esos derechos pase por la indefensión del inocente, el ataque sistemático a las familias y el desarraigo moral y ético de la infancia por medio de planes educativos delirantes.
Pero que Mariano Rajoy, quien debería asistir como líder del PP, aunque solo fuera por fingir que defiende una ideología de cuyo peso no puede prescindir el Partido Popular, haya adelantado que no estará presente en la manifestación pro vida de Madrid del próximo 17 de octubre, supone una nueva declaración de intenciones que despeja muchas dudas sobre la actitud de Rajoy y sus partidarios en cuanto a asuntos tan importantes y críticos como el aborto y la utilización mediática y partidaria que de ello hace el Gobierno, el PSOE, y sus medios afines y advenedizos.
Este comportamiento parece acercar un poco más la posición de Rajoy al centrismo de Galardón. En palabras del líder popular, no piensa asistir a la concentración de Madrid para que ésta no se politice. Mal asesorado está. El acto de Madrid ya está politizado. Para el diario El País, quienes organizan el encuentro y quienes asisten son “ultras”, que es como gusta denominar la izquierda a todo el que se desvíe del pensamiento único que se intenta imponer en todas las capas sociales desde hace mucho tiempo. Para la cadena SER, Cuatro y La Sexta, la noticia pasará casi desapercibida, o la enfocarán hacia los tópicos que la totalidad de la derecha española tiene que soportar, acomplejada y sin mostrar el valor suficiente para quitárselos de encima. Quizás sean esos complejos los que han pesado más en la balanza de Rajoy, tomando éste la decisión de no hacerse presente para que su imagen no aparezca en los medios asociada a los anticuados, franquistas y todo tipo de extremistas que los medios de izquierda resucitarán el 17 de octubre, para restar importancia al hecho de que una cantidad ingente de españoles de toda la nación se manifieste contra las decisiones arbitrarias y sin sentido que este gobierno socialista está tomando sobre la vida humana con la misma ligereza con la que se elije el color de una cortina o una talla de pantalón.
La Manifestación en defensa de la Vida, la Mujer y la Maternidad, está tan politizada que solo asistirán quienes se esfuerzan en defender principios que solo parecen tener verdadera importancia para ciertas opciones políticas, las cuales se dejan la piel por reivindicar los derechos de los indefensos no nacidos, de las madres que no desean abortar, y de las familias que tienen mucho más derecho que un grupo de políticos mediocres a decidir sobre las menores de edad que puedan estar embarazadas.
Si Rajoy no se desdice, si no rectifica, habrá fallado a muchos que aún le ven como líder de una alternativa al socialismo infanticida de Zapatero, De La Vega, Pajín y Aído. A otros no nos habrá sorprendido con su decisión de desmarcarse de un asunto tan importante y trascendente como el que motiva esta movilización en Madrid, porque tampoco ha demostrado el valor ni la voluntad suficientes para incidir en otros capítulos de la historia reciente, dejando que sean periodistas y comunicadores quienes peleen solos ciertas batallas en las que él y su equipo inmediato deberían estar al pie del cañón. Pero ya se sabe que en la historia reciente de España, en ciertas ocasiones, ha hecho más el periodismo libre que los políticos dóciles.
pasanos los detalles y contar con la tech-com
ResponderEliminartech-com@hotmail.com
¿Te refieres al mismo Rajoy que ha fichado como asesor al Ex Acalde de Pozuelo, ese que está siendo procesado?
ResponderEliminarSaludos