Finalizado
el secuestro del pesquero Alakrana, Rodríguez Zapatero, el mayor ejemplo que ha
tenido España de demagogia y populismo, ha comparecido en rueda de prensa para dar
cuenta del fin de este vergonzoso incidente.
Cuarenta y
siete días de angustia para los tripulantes del barco y para sus familiares.
Cuarenta y siete días de decisiones precipitadas que han vuelto a poner de
manifiesto la incapacidad del gobierno de Rodríguez Zapatero para enfrentarse a
las crisis. El Presidente del Gobierno se ha valido de asesores nefastos y de
ministros incapaces, torpeza que han pagado los secuestrados con su miedo y
toda España con su repetida e internacional fama de cobardía e indefensión.
Mientras el
desenlace de este secuestro se cierra con la liberación de todos los
tripulantes, sigue siendo noticia el absurdo caso de los piratas somalíes
traídos a España para mayor gloria de jueces y gobernantes. Un caso que ha
venido a convertirse en uno más de los absurdos de este gobierno y su poder
judicial dependiente y domesticado.
Una de las
frases de Zapatero, hoy, me ha parecido especialmente vacía.
“Un estado
que se vuelca con los ciudadanos en dificultades es el país que quieren los
ciudadanos.”
Como
siempre, estas palabras contentarán a los entregados. A los que defienden a su
partido y presidente, hagan éstos lo que hagan o digan. Desgraciadamente, un
estado como el español, en manos de políticos aprovechados, incapaces,
manipuladores y traidores a los principios de cualquier estado de derecho, es
un estado abandonado a la suerte del populismo y la mentira institucional,
cuyos resultados más inmediatos son la tragedia laboral y económica que vivimos
actualmente. Este es el estado que nos presenta Zapatero.
Este asunto
del Alakrana ha vuelto a dejar bien claro a los piratas somalíes que los
pesqueros españoles (sea cual sea la bandera bajo la que naveguen) son presas
fáciles de capturar y cobrar. Los militares españoles están para adornar fotos
y para comportarse como ONGs.
Tiempo habrá
ahora para averiguar los detalles de estos 47 días de secuestro. Seguramente,
será la prensa la que acabe destapando los errores que nunca debieron
cometerse, y que sin duda se repetirán. Además, creo que es muy importante
delimitar hasta qué punto el gobierno español debería mediar en secuestros de
barcos que puedan navegar bajo banderas independentistas.
Así que
propongo a los visitantes de este sitio la siguiente encuesta:
¿Deben ser
defendidos los barcos pesqueros con bandera española en casos de piratería?
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