La prensa
catalana en conjunto se pone de acuerdo para publicar un editorial
en el que, después de un largo ejercicio que constituye el mejor ejemplo de
caradura y nacionalismo excluyente, deja bien claro que la sociedad catalana,
según estos medios la entienden y creen representar, no tolerará un fallo del
Tribunal Supremo que sea contrario a los intereses independentistas (suenan
mejor y menos agresivos los conceptos “soberanismo” y “autogobierno”) que casi
la totalidad de la clase política catalana defiende y fomenta para su mejor
provecho y modo de vida.
La lectura
de este editorial, cuyo análisis recomiendo, no aporta nada nuevo a las
intenciones ni a los objetivos del independentismo catalán. En realidad, opino
que lo más insultante de todo el escrito es el título.
Hablar de
la dignidad de una comunidad autónoma a la que sus gobernantes han ido
constituyendo durante décadas como paradigma de injusticia social es ciertos
aspectos, me parece algo tan frívolo como irresponsable.
Si algo
aprendí de mis seis años de vida y trabajo en Cataluña, a parte de poder hablar
catalán en la intimidad, es que la población catalana en general está más
interesada en sus problemas cotidianos que en las ansias nacionalistas de unos u
otros políticos. Allá conocí tanto a inmigrantes extranjeros como de otras
comunidades autónomas – extranjeros también, y con menos derechos, como así son
vistos por independentistas de corte totalitario – como a catalanes hijos de
inmigrantes, y a catalanes que lo son por varias generaciones. Un buen número
de todos ellos coinciden en que la casta política catalana es, con muy escasas
excepciones, un clan dedicado al enriquecimiento personal tanto como al
afianzamiento de un sistema corrupto del que el fin independentista es menor
problema.
La dignidad
de Cataluña, comunidad a la que admiro en muchos aspectos, pero que desprecio
profundamente cuando hablo de claros ejemplos de políticos arrivistas, no se
mide por una confabulación de medios que, apoyados y dirigidos desde la
Generalidad, pretenden presionar al Tribunal Constitucional para que éste falle
a favor de un estatuto insolidario, anticonstitucional y contrario a los
intereses comunes de los españoles.
La dignidad
de Cataluña no se mancha, como sí lo ha hecho su clase política, aunque se haya
permitido la persecución lingüística contra padres que desean educar en
castellano a sus hijos, o a dueños de comercios que no rotulan suficientemente sus
precios y textos en catalán. Pero la dignidad de Cataluña, de la imagen de una Cataluña
que venden los independentistas y que tan antipática cae en el resto de España,
sí queda a la altura del barro con un editorial escrito por el director de El Periódico
de Cataluña y publicado en el resto de diarios por orden del “Molt Honorable
President Montilla”, en el que pretende dar lecciones de constitucionalismo
cuando en tantas ocasiones la propia Generalidad ha sido anticonstitucional,
dando la razón al rey de algunos españoles cuando se han mostrado tradicionalmente
antimonárquica y haciéndose cómplice de las irresponsables maniobras de
Rodríguez Zapatero y su política de apoyo mutuo con los nacionalistas que más
se han significado contra la unidad de España.
Como he
escrito tantas veces, puedo asegurar que Cataluña no es eso. Si la dignidad de
una tierra se mide por la dignidad de la gente que vive y trabaja en ella, la
dignidad de Cataluña está fuera de toda duda. Pero sí creo que Cataluña está
enferma, precisamente por sus políticos nacionalistas deshonestos y corruptos,
que gastan millones de euros de los contribuyentes españoles en abrir embajadas
por el mundo o en engrosar sus propios patrimonios.
Al fin y al
cabo, prácticamente la misma enfermedad que el resto de España, que sufre la
metástasis de un socialismo sin principios, sin iniciativas, pero sostenidos
por 11 millones de votantes.
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Creo que el periodismo hace tiempo que dejó de existir en Cataluña.
ResponderEliminarSaludos
Los políticos catalanes no ENGAÑAN A NADIE.
ResponderEliminarNo olvidemos que el culpable de todo esto es Rodríguez Zapatero. Es el que les ha dado cancha.
Un Saludo
Lo que no entiendo es por qué triunfan los nacionalistas en las elecciones, si a la mayoría de los catalanes nos avergüenzan.
ResponderEliminarPura casta política. Endogámica casta política.
ResponderEliminarPuro montaje de autodefensa. Falacias por doquier. Estulticia peligrosa.
¿Hasta cuándo hemos de seguir con estas rémoras?
UN abrazo.
De todas formas creo que existe una diferencia sideral entre el pueblo catalán y sus representantes políticos. Lo que pasa es que por desgracia éstos poco a poco van contaminando a aquéllos. Y otra cosa, mientras se habla de estos temas se entretiene a la población para que no piensen en la crisis económica y la depresión que viene de camino.
ResponderEliminarLA DIGNIDAD DE CATALUÑA
ResponderEliminarO EL TRASLADO A LA CÁRCEL DE BRIANS DE LOS HOMBRES DE CIU Y PSC
MACIÁ ALAVEDRA, LLUIS PRENAFETA, BERTOMEU MUÑOZ...
Rafael del Barco Carreras
Titulares de ayer 26-11-09. Últimamente me sucede a diario, se me cruzan los cables, o por la edad. ¡Pero no!, intentando entender mi vida, la madeja de corruptos alcanza tantos kilómetros, ¡y lo qué falta por desmadejar!, que debo recortar los escritos, borrar con el cursor, y unir dos y tres en uno. Intentando minimizar, porque de lo contrario no me releo ni yo mismo.
Lo de la DIGNIDAD manejada por los políticos, ahogados entre la corrupción y el saqueo a las caixas, con su Tele y Prensa (quebrados y subvencionados) no tiene nada que ver con lo del traslado a BRIANS, ¿o sí?, pero si leo la definición de la Real Academia, nos abarca a todos, individuos o entes públicos y privados, y no es disparatada la abstracción DIGNIDAD-BRIANS. Todos tenemos la nuestra, y a la mayoría de los ciudadanos nos la pisotean a diario, por lo que si los políticos nos meten a los demás en sus dignidades o indignidades, nos ofenden.
La de los ciudadanos de Cataluña y sus políticos son dos paralelas sin posible punto de contacto, pues votando unas listas cerradas, y apañadas por vete a saber que intereses, no se representa en particular a nadie. Ese Estatuto, que desataría la cuarta guerra Mundial, de escucharles, solo lo votaron una minoría. Mi dignidad acabó entre el Clan de los PUJOL y el de NARCIS SERRA – PASCUAL MARAGALL. Huí de mi querida Barcelona y en Madrid pasé largas y buenas temporadas, aunque los bancos amargaran mi existencia. Es normal, tras años de cárcel alguien pagaría el desastre empresarial que arrastraba.
¡Pero qué me importa a mí esa DIGNIDAD de que hablan los DOCE periódicos catalanes, más o menos lo que se inventaron mi vida a favor de Javier de la Rosa y toda su recua de vividores!... Pero si me importó la de la Junta de Tratamiento de esa prisión, la de la Generalitat y del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria cuando salí siete días después de TOTALMENTE cumplida la condena (y más perrerías en tiempos de Maciá Alavedra en la Generalitat amenazando al distribuidor de mi primer libro sobre el tema), ver imágenes en www.lagrancorrupcion.blogspot.com
Les advertiría desde mi humilde blog a los de BRIANS, la Generalitat y los juzgados de Vigilancia Penitenciaria que no les concedan el TERCER GRADO antes de ser condenados. Es de suponer que Garzón dicte la libertad con fianza, que ni eso me concedieron a mí, pues si con todos los “amigos” con largas condenas no han respetado ni el tiempo de rellenar los formularios cumpliendo con el reglamento...pudiera suceder que en su probada eficacia se olvidaran del detalle de no ser aun penados.
¿DIGNIDAD...? dudo que en esos estamentos oficiales se considere… la de los demás CATALANES
Colla d'espanyolistes...
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