La concesión del Premio Nobel de
Literatura a Mario Vargas LLosa es una magnífica noticia para la lengua
española. Seguramente habrá a quien este reconocimiento le haga rechinar los dientes. Entre ciertos sectores políticos, Vargas LLosa nunca cayó demasiado
bien por su identificación y defensa de muchos aspectos del liberalismo.
“Creía haber sido olvidado”
Ha declarado el ganador del Nobel
que le costó admitir la noticia. En un principio pensó, más bien, que se
trataba de alguna broma de sus amigos, por lo que no le concedió demasiada
importancia al asunto. El propio Vargas LLosa siempre fue consciente de que la
Academia de los Nobel es tan socialdemócrata como la propia Suecia, lo que la
ha convertido, desde hace mucho tiempo, en un sistema de repartos por cuota que
no siempre ha respetado el principio del mérito y ha preferido repartir buena
parte de los premios de acuerdo a lo políticamente correcto en cada momento.
Por este motivo muchos merecedores del Nobel han sido eternos candidatos frente
a ganadores sin suficiente aportación como para merecer el premio. Desde
Octavio Paz, ganador del mismo premio en 1990, ningún otro escritor en español
había recibido el Nobel.
La carrera de Mario Vargas LLosa
puede calificarse de excelente. Su aportación a la literatura española es
incuestionable e imprescindible. Sus novelas, ensayos y artículos han tenido la
virtud literaria de tomar al lector y asomarlo a la realidad del relato
mediante una descriptiva muy difícil de igualar. Algunas de sus obras de teatro
están consideradas como clásicos del género.
Participó también en política,
presentándose en 1990 a la candidatura de la presidencia de Perú, por el
partido Frente Democrático (centro derecha), contra la corrupción practicada y
permitida entonces por Alberto Fujimori. Poco tiempo después adoptó la
nacionalidad española.
Especialmente llamativa es la
descripción del motivo por el que se le concede el Nobel:
«Por su cartografía de las
estructuras del poder y sus imágenes mordaces de la resistencia del individuo,
su rebelión y su derrota»
Yo, que he leído de él 6 novelas,
3 ensayos y muchos de sus artículos, jamás habría sospechado que se pudiera
conceder un premio por semejante motivo. Es curioso lo que uno deja de apreciar
cuando lee a un autor.
0 comments:
Publicar un comentario
Cualquiera es libre de opinar aquí. Pero quien opine será responsable de sus palabras.