Fuente: Libertad Digital.
Los andaluces han sido tratados como rebaño por el gobierno de la Junta. En otras palabras, la principal política socialista que se ha hecho en la Autonomía andaluza fue eliminar la democracia, porque se redujeron los ideales del ciudadano activo, en una democracia desarrollada, a deseos de un mero cliente social que vota cada cuatro años. La sociedad andaluza más desarrollada fue, en una época, trabajadora, valiente e ilustrada, pero, por desgracia, los socialistas perpetraron el mayor de los atropellos políticos que se puede hacer en democracia, a saber, reducir ese grandioso capital humano a una sociedad subsidiada, perezosa y cobarde. El trabajo político, radicalmente ciudadano, del PP en la oposición, en la última década, ha sido mostrarles a los andaluces el camino de la Ilustración, es decir, recordarles que también ellos fueron ciudadanos libres, porque fueron capaces de caminar erguidos y sin andaderas. Eran normales.
Sin embargo, el PP de Arenas no ha conseguido que la sociedad andaluza salga de su letargo ideológico de mentiras y engaños. La primera de la cuales era reducir democracia a socialismo. Arenas no ha conseguido que los andaluces se perciban como seres normales de una democracia occidental. Todos lo aparatos ideológicos, culturales y educativos siguen estando en manos de los socialistas. Y, por supuesto, la inmensa mayoría de los “intelectuales”, periodistas, profesores, abogados y gentes de ese estilo seguirán sirviendo a la Junta. Ese camino de la Ilustración democrática marcado por los dirigentes políticos del PP, especialmente representado por la figura de Javier Arenas, ha fracasado porque la sociedad andaluza ha preferido las inercias al cambio.
La ideología del miedo le ha ganado la batalla a la democracia.
Soy andaluz y con valentía ilustrada le digo a Vd. a la cara que no tiene vergüenza ni la ha conocido. Me siento ofendido e insultado por su artículo, escrito desde la más antidemocrática mala leche que, al parecer, ha bebido y bebe cada día. Para hablar de los andaluces, como Vd, hace, debe, antes, vomitar esa mala leche. Si quiere saber mi nombre, se lo doy. Soy profesor y me llamo José Manuel, andaluz, de Almería. Y el único perezos, subsidiado y cobarde es Vd. Yo me gano la vida con honradez y con mi trabajo, sin deberle nada a nadie, como miles y miles de andaluces.
ResponderEliminarJosé Manuel. Soy mexicano y lamentablemente tenemos que soportar que el gobierno de España ¨enchufe¨a este señor Agapito Maestre como consejero de Educación en la ciudad de México. Por suerte para usted, no lo tendrá cerca por algún tiempo. Mientras tanto los mexicanos y mexicanas difrutaremos de su ¨grata presencia¨entre nosotros.
ResponderEliminarSeñor Maestre, ve lo que pasa cuando a los apesebrados se les llama por su nombre.
ResponderEliminarGracias por sus lecciones
vivo en andalucia. hay mucho que cambiar en la clase política de qui. muchisimo.
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