No ha trascendido mucho
en los medios, cosa que no debería extrañar a nadie en este país de canales de
TV, radios y prensa sierva del sistema. Pero la noticia de que el diario El
País tendrá que indemnizar con 100.000 € a la forense que acreditó que el
etarra Bolinaga no estaba en estado terminal cuando fue puesto en libertad tiene
dos aspectos muy positivos.
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| Bolinaga, el terrorista y falso enfermo terminal que pasó sus últimos años de bares y homenajes gracias a la justicia socialista y al gobierno de Mariano Rajoy. |
Uno, por supuesto, que
la forense en cuestión ha demostrado tener razón y así lo ha acreditado un
tribunal. En contra de la opinión de ella, Bolinaga fue tratado como un enfermo
terminal (sin serlo realmente) y fue puesto en libertad. Así, el asesino
terrorista y secuestrador de Ortega Lara pudo pasar sus últimos años
disfrutando de una vida que no merecía y recibiendo homenajes de los
independentistas vascos que lo trataron como a un héroe.
El gobierno de Mariano
Rajoy, cometió también esa traición. La de actuar para que el asesino y
secuestrador fuera puesto en libertad, materializando de este modo el gran
engaño de Rajoy, quien siendo supuesta oposición al PSOE de Zapatero, enarboló
durante un tiempo la bandera de las víctimas de ETA, exigiendo el cumplimiento
íntegro de condenas y el no acercamiento de presos terroristas a las
Vascongadas. Un gran engaño a sumar a una larga lista de decepciones y
traiciones del masón socialista Mariano Rajoy y su gobierno contra sus millones
de votantes.
El segundo aspecto
positivo es que, aunque no vaya a ser una gran cantidad de Euros para las
subvencionadas arcas del diario El País y su propietario el Grupo PRISA, la
indemnización supone el triunfo de una forense que demostró tener agallas para
enfrentarse en los tribunales al grupo mediático más poderoso y protegido por
el poder político y empresarial en España.
Una indemnización que, aunque
solo sea una pequeña victoria para la Libertad, al menos supone un escarmiento para uno de los medios de información más manipulador y tóxico de la historia de
España.
La campaña de
desprestigio que tuvo que soportar la forense de la Audiencia Nacional Carmen
Baena supuso un intenso intento de hundimiento profesional y personal. El poder
quiso hacerle pagar caro a la forense que ella no se hubiese inclinado ante las
maniobras falsarias de unos medios de comunicación y un gobierno empeñados en
blanquear la historia del terrorismo etarra y de los partidos que, o bien le
han apoyado abiertamente, o bien han llegado a justificar de algún modo los
asesinatos y secuestros de una banda estalinista que carga a sus espaldas con
cerca de 900 muertos.
La noticia ha pasado
bastante desapercibida por el panorama informativo. No solo se trataba de
salvar la credibilidad de El País, si es que alguna vez la ha tenido. También
se ha pretendido que los españoles no recuerden otro vergonzoso y reciente
momento en el que un asesino paga muy poco por sus crímenes, y acaba sus días siendo
homenajeado por su parroquia de gente sin escrúpulos y faltos de todo principio
moral.
Esta vez, la Verdad y la
Libertad han ganado. Es una lástima que esto suceda muy de cuando en cuando.
OK Diario: El País condenado a pagar 100.000 € a la forense que acreditó que Bolinaga no estaba terminal
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