
El Presidente Rodríguez Zapatero ha declarado en la SER: “Bajo ningún concepto podemos darle respaldo”, refiriéndose a Emilio Gutiérrez y su ataque a una herriko taberna etarra.
Emilio está en el punto de mira de ETA, pero esto no parece suficiente para que Zapatero, como máximo responsable del Gobierno, decida prestarle su ayuda. Lo que sucedió casi desde el primer día del incidente, la ayuda incondicional que le están ofreciendo miles de españoles vía Internet, no ocurrirá si por parte del Gobierno si este no cambia de actitud. Emilio es ahora, no sabemos por cuanto tiempo, otro exiliado vasco más. Seguramente no buscaba tanta notoriedad como ahora tiene. Su gesto de valor y hartazgo le ha costado el odio de buena parte de su propio pueblo, defensores de los asesinos.
Mucho hemos hablado en diarios, blogs, canales de radio y televisión acerca de lo sucedido. Emilio sufrió los efectos de una bomba de ETA en su propio piso y se tomo la justicia, pequeña justicia, por su mano. A raíz del hecho, y puntualizando sus anteriores declaraciones, Zapatero afinó aún más su desfachatez con una mentira que nadie, en su sano juicio, puede creer. “En el 99 por ciento de los casos, la ciudadanía confía en la acción del estado de derecho”. Lo cual es absolutamente falso.
Jamás en la historia de la democracia, ni siquiera en aquellos primeros años 90, en los que la percepción popular del estado de la justicia era absolutamente desalentador, hemos tenido la sensación cierta de que la justicia se ha convertido en una sucursal del poder absoluto.
¿Como puede el Presidente afirmar tal cosa, con cientos de miles de vascos exiliados de su propia tierra por causa del crimen organizado de ETA?
¿Cómo puede asegurar Zapatero que la totalidad de los españoles confiamos en la justicia, estando De Juana, asesino de 25 personas, tratado con privilegios y calificado por los socialistas como uno de los “hombres de paz”?
¿Cómo puede pedir confianza este presidente, cuando fue uno de los principales actores en la pasada negociación con los asesinos, negociación que se pretendió ocultar mediante una campaña de acoso y derribo contra la oposición?
Las palabras del Presidente Zapatero suenan a mentira, a hipocresía, a cinismo. Coincide su aparición en el programa de la SER con otra maniobra de acoso, esta vez contra María San Gil, referente de la lucha y el valor contra ETA en el País Vasco. Dicha maniobra está dirigida por Iñaki Gabilondo y María Antonia Iglesias, destacados defensores del progresismo socialista manipulador, quienes presentan ahora un libro que ya ha sido desmentido por algunos compañeros de partido de María San Gil, quienes acusan a
Estos últimos días de campaña electoral en Galicia y País Vasco prometen ser movidos. El PSOE intentará, por cualquier medio, que el corral no se desmande. Zapatero no quiere héroes contra ETA, aunque sean también socialistas. Zapatero necesita desesperadamente un caso FILESA que tirar a la cara del PP, y Garzón se está encargando de proporcionárselo. Necesita dejar fuera de circulación a cualquier político que le pueda hacer sombra, y Gabilondo y Iglesias están trabajando para conseguirlo.
Y Emilio, que cuenta con el apoyo de miles de Españoles, está desamparado por sus vecinos del piso de abajo. Los de la Casa del Pueblo, cuyo jefe ya ha dejado bien claro que de respaldarle, nada.
Pero a Zapatero le da igual. Esto tampoco le costará un solo voto. En el corral no hay criterio. Nadie se desmanda.
Yo estoy con Emilio Gutiérrez.