ZAPATERO, EL ULTIMO ANTINUCLEAR DE FILIPINAS

Cuanto daño hizo a la política energética española aquel movimiento antinuclear de los años setenta y ochenta. Cuanto tiempo perdido durante estas pasadas décadas para asegurar la mayor independencia energética posible para un país que tanto la necesita. Otro error de consecuencias fatales que los políticos no pagarán y que perjudicará al ciudadano de a pié.

Como ya insistí en alguna ocasión, la lucha de ciertos colectivos contra las centrales nucleares puede tomarse como uno de los mejores ejemplos de manipulación y populismo que se haya dado en la historia moderna de España, pero hoy, los artífices de toda aquella historia ya no circulan en un Citroen 2CV ni regalan pegatinas de “nucleares, no gracias”. Ahora tienen despacho, auto de gama alta, y buenos contactos con el partido que gobierna y que se haya absolutamente perdido para dar una solución al enorme y acuciante problema energético.

No salgo de mi asombro al leer las siguientes declaraciones, extraídas de un artículo de Libertad Digital.

El cofundador de Greenpeace y ex presidente de Greenpeace Canadá y director internacional de la organización a nivel internacional durante más de 35 años, Patrick Moore, alertó este jueves de que si el Gobierno español finalmente decide cerrar la central nuclear de Santa María de Garoña "se quedará atrás" e irá en contra de la tendencia mundial.

Así, Moore destacó que las nucleares son las energías "del futuro" y como ejemplo puso la demostración de la mayor parte de países del mundo que apuestan por su construcción. Este es el caso de Estados Unidos, que tiene hasta 17 propuestas; Canadá, ocho; Eslovaquia; Italia; Suecia; Finlandia; China; Rusia; o la India, entre otros. "España tiene la oportunidad de ir hacia delante", indicó.

Además, aseveró que la energía nuclear "está probado que es segura" y comentó que el desastre nuclear de Chernóbil fue por culpa de un "grave error" en su diseño. A su juicio, intentaron ahorrar costes en la construcción de la central y no se ha vuelto a repetir ningún incidente de esas magnitudes.

¿A qué se debe este cambio tan radical de posición en el movimiento ecologista mundial por excelencia? ¿Ahora es tan necesaria la energía nuclear? ¿Tan segura y tan limpia? ¿Qué hay de los desechos que genera, y que hace años eran tan peligrosos?

La situación de la estrategia energética española es muy delicada. Construir una central nuclear cuesta mucho dinero y más de diez años de trabajo, y España necesita muchas. Si el Presidente Zapatero no abandona su obcecamiento ideológico acabará por condenar al país a la dependencia absoluta y a los ciudadanos a seguir pagando la electricidad mucho más cara que otros países con mayor nivel de desarrollo.

Todo depende de que quiera seguir siendo el último de Filipinas, o que se muestre razonable y abandone los tópicos izquierdistas por primera vez en su vida.