Lo cierto es que nunca había
entrado en meneame.net. Así que el pasado jueves 6, nada más subir mi
comentario sobre Mayor Oreja, sus declaraciones de hace más de un mes y los
posibles síntomas de que algo se mueve otra vez entre gobierno y ETA, pulsé en
el botón de meneame.net, me di de alta como usuario y envié el comentario.
La reacción de los lectores y
usuarios de esa web no
se hizo esperar. No me sorprendió en absoluto que muchos no estuvieran de
acuerdo. En realidad, no escribo para buscar el acuerdo de nadie, sino para
expresar lo que siento, lo que creo y lo que defiendo. Lo que sí me extrañó,
aunque no me sintiera ofendido en absoluto, es que los usuarios que criticaban
mi opinión, que apenas estuvieron en mi blog más de un minuto, llegaran a la
conclusión de que El Republicano Digital es un blog de ultraderecha, paleto, y un montón de “mxxxxx”.
No voy a negar que la actitud de
semejante turba me hizo gracia, porque mi primera reacción al leer los
comentarios fue sonreír. Es la ley del péndulo. O tengo que explicar a menudo
que ser republicano no me convierte en frentepopulista, o poner una bandera de
España, aunque lleve el escudo republicano, me etiqueta como facha en la mente
de algún perturbado. Pero reconozco que, si algo me entristeció pasado el
primer momento, fue el comprobar, una vez más, que en España la incultura y la
falta de preparación y conocimientos en lo que a política se refiere, se halla
a la misma altura que el promedio de inanes intelectuales que siguen viendo
franquistas debajo de cada piedra y detrás de cada árbol.
No me malinterpreten. No me quejo
porque no haya convencido a alguien con mis opiniones. Ni me quejo porque me
insulten. Lo cierto es que me preocupa mucho el comprobar a diario que en
España, en lo que se refiere a algunos aspectos tales como educación académica
y nociones básicas de historia no manipulada, queda mucho por hacer. Pero, que
conste, que si todo el esfuerzo sirve para desasnar aunque solo sea a una
persona, para que ésta pueda tener criterio propio, la batalla habrá merecido
la pena.
Por cierto. Hablando de historia,
permítanme recomendarles la 1ª colaboración de Isabel
del Río en este blog. Un lujo.