Rafael del Barco Carreras
“Pregúntale
a uno de Unión por el Independentismo, o a la mayoría de los de Convergencia.
Serán nacionalistas, eso no lo niego, como la marabunta que hoy mirará el
fútbol, pero independentistas…” Me insiste el comentarista que dice llamarse
Tomeu, repitiendo el “diría que no sabes ni de lo que hablas”.
Comentando sobre la manifestación
del día 10 uní muy a propósito dos credos políticos que tienen clara
diferenciación local, no tanto a nivel nacional, y absolutamente ninguna más allá
de las fronteras españolas donde todo nacionalismo es independentista, o toda
independencia es nacional, sin entrar en federaciones, uniones, e infinidad de
matices políticos.
Por supuesto que mi intención no
es preguntar ni siquiera polemizar sobre las respetables o grandes ideas que
cada uno dice profesar. Desde hace 30 años he querido saber, más allá de las
intenciones políticas, el cómo burlando a sus bases y votantes se han
financiado y enriquecido las cúpulas de los partidos, y puesto que esa financiación
en un momento u otro es ilegal, y hasta amoral (extorsiones y chantajes), esas
cúpulas se convierten en puro gansterismo.
Si alguien cree que me refiero a
unos hechos puntuales de los 90, con el juez Luis Pascual Estevill y Juan Piqué
Vidal (mis por desgracia abogados en el 80) ya juzgados y condenados, sufre un
error. Esos personajes son la exageración a que conduce la amoralidad, quizá
una excesiva degeneración de las maneras de nuestra clase política,
continuadora que no liquidadora del franquismo.
Los casos Palau y Pretoria
confirman que ni aquellos personajes han desaparecido del momento político
barcelonés, y sus formas y maneras de hacer “negocios” con la Política, sino
que más allá de credos existen unas cloacas (o túneles a lo metro) por donde
transcurren muy a su beneficio y placer gran parte de los dirigentes de los
partidos mayoritarios en Barcelona, PSC y CIU, y repito para que no me tachen
de españolista ni otras mandangas, unas migajas para la oposición el PP, o para
un independentista muy curioso, Ángel Colom, compañero político de Pilar
Rahola.
Millet y su entorno, con el
abogado Juan Piqué Vidal en la sombra (el hombre que con Narcís Serra y Javier
de la Rosa fabricó mis tres años de preventivo en el 80) y los varios “Jaume
Camps” ahora en el caso Palau, al igual los componentes del caso Pretoria
(meollo y salsa de las recalificaciones) marcan que estamos donde estábamos a
la muerte de Franco: una sociedad, la barcelonesa, que más allá de buenas o
malas intenciones, quienes medran en la Política se enriquecen, o financian
ilegalmente sus partidos.
Un recorte de una noticia actual
une pasado y presente, y no solo en el tiempo sino en las cuentas suizas del
caso Hacienda de Barcelona:
@Antonio
Fernández.- 09/07/2010 (06:00h)
“La Santa Espina. Así era el nombre clave de una cuenta en Suiza que algunos empresarios españoles conocían muy bien. Por ejemplo, Javier de la Rosa. El emporio de KIO, que entonces manejaba el financiero catalán, había enviado dinero a la cuenta cifrada a nombre de La Santa Espina. Al final, resultó que detrás de tan sonoro nombre estaba Jaume Camps, diputado de Convergència i Unió (CiU) y ex miembro del Consejo Consultivo de la Generalitat (similar al Consejo de Estado del Gobierno central)”.
“La Santa Espina. Así era el nombre clave de una cuenta en Suiza que algunos empresarios españoles conocían muy bien. Por ejemplo, Javier de la Rosa. El emporio de KIO, que entonces manejaba el financiero catalán, había enviado dinero a la cuenta cifrada a nombre de La Santa Espina. Al final, resultó que detrás de tan sonoro nombre estaba Jaume Camps, diputado de Convergència i Unió (CiU) y ex miembro del Consejo Consultivo de la Generalitat (similar al Consejo de Estado del Gobierno central)”.
Tampoco
se me puede alegar que Javier de la Rosa es otro tema puntual del pasado. Es
uno de los grandes paganos, cogido en sus propios embustes, y extorsionado,
pero para el caso da lo mismo que te otorguen una obra pública si pagas a
través del Palau, o que te extorsionen porque descubren que robaste en el
Consorcio de la Zona Franca de Barcelona en unión con tu padre.
NUEVOS DOCUMENTOS SOBRE EL SAQUEO
DEL PALAU DURANTE EL GOBIERNO DE CiU
Fèlix Millet controlaba todas
las obras públicas que se licitaban desde la Generalitat de Cataluña
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