
A veces es necesario hacer un severo ejercicio de auto análisis para limpiarnos un poco de esos prejuicios y clichés que puedan impedirnos ser razonablemente objetivos a la hora de analizar un hecho. Yo no puedo evitar tanto como quisiera que haya personajes públicos que me caigan especialmente mal, no por lo que son, sino por lo que predican y no hacen. Pero también puedo decir en mi descargo que no me dejo llevar de la víscera a la hora de comentar lo que me interesa o lo que yo creo que pueda interesar a los amigos que tienen a bien leerme.
Hoy me empleo en un esforzado ejercicio de objetividad y procuro empezar de cero en lo que a mi imagen mental de Pepe Blanco se refiere. Dejo a un lado – quizás definitivamente – el “conceto” negativo que de él he ido adquiriendo durante tantos años. Como a un viejo mueble, cubro con un gran lienzo todo lo negativo que yo haya pensado y escrito sobre él y, en el mismo acto, le reconozco mi agradecimiento profundo por su gesto noble y desinteresado, del que yo siempre le había creído incapaz.
Dice Blanco en su blog, en el que nunca se publicó un solo comentario mío, que él ya sabía que Obama ganaría a Clinton en las primarias demócratas. Que él estaba convencido de ello. Que, si no dijo nada antes, fue para no intervenir en la política interior norteamericana.
Desde hoy en adelante, cientos de millones de ciudadanos norteamericanos de toda raza y condición, desde Key West hasta las Islas Aleutianas, desde Niagara Falls hasta San Diego, están en deuda con usted. Contarán a sus hijos y a los hijos de sus hijos que Pepe Blanco supo mantenerse al margen y no interceder por ninguno de los candidatos demócratas durante aquellas primarias de 2008. Que se elevó por encima de su propio jefe, José Luis Rodríguez Zapatero, quien sí se atrevió a asegurar que el candidato Kerry llegaría a
Ahora pues, si ha sido usted capaz de este acto desinteresado por Norte América y su gente, ¿no puede esforzarse tan sólo un poco más y dejarnos en paz también a los españoles?
http://elrepublicanodigital.blogspot.com/2008/04/el-sembrador-de-cizaa.html