
Hay días en los que queda bien patente que el encanallamiento de la clase sindical española no conoce límites, excepto los que le impone oportunamente el gobierno de Zapatero.
Comisiones Obreras, uno de los sindicatos inanes a la hora de defender los intereses de los desempleados ante las tropelías económicas del gobierno ZP, estima mas rentable atacar de nuevo a
El desgraciado asunto de
Hasta ahora pocos se han hecho eco del otro lado desgraciado de la noticia de la muerte del bebé: La otra victima. Sea por la causa que sea, descuido, desconocimiento, falta de preparación, la enfermera que cometió el error que costó la vida de Rayan pagará con creces su error. Las consecuencias la acompañarán toda la vida. Seguramente, lo de menos será la posible sanción que deba pagar como indemnización, o la pérdida de su empleo, la probable inhabilitación para ejercer… Hablo de su propio recuerdo y la angustia y sensación de culpabilidad con la que tendrá que vivir el resto de sus días.
Muchas personas deberán demostrarse a sí mismos y a sus entornos su fortaleza, su fe si son creyentes, su capacidad para seguir en sus respectivas vidas. La muerte del recién nacido y prematuro Rayan y la de su madre, Dalila, unos días antes, enferma de Gripe A, dejan terribles efectos colaterales de desgracia y desesperación. Desgraciadamente, hay quien está dispuesto a aprovechar hasta el mayor de los sufrimientos ajenos para defender un sueldo de liberado sindical y conseguir algún oscuro objetivo político.
UGT declara que no se puede imputar al Hospital ni al sistema el error que llevó a la muerte al bebé, desmarcándose de este modo de la actuación infame de Comisiones.
¿A alguien, a estas alturas, le extraña la actitud de Comisiones Obreras? A mí, no. Este sindicato tiene ya un largo historial de bajezas en